Quebec es una región que cuenta con una manera de disfrutar de la comida y una cultura gastronómica diferente de la que hay en el resto de Canadá gracias, en buena parte, a su herencia colonial francesa. Montreal– como su ciudad más importante- cuenta con interesantes especialidades gastronómicas locales.
Para mi gusto, Quebec es la provincia canadiense con mejor gastronomía -en dura pugna con los bogavantes y otros mariscos de la Isla del Príncipe Eduardo y las provincias Marítimas- por su variedad de ingredientes, pero también por la herencia francesa que hace que la mentalidad a la hora de cocinar y disfrutar de la comida sea muy diferente de la que podemos ver en las provincias anglófonas. Basta pasar por los restaurantes del Vieux Montreal después de haber pasado algunos meses en ciudades como Toronto para comprobar la mentalidad diferente a la hora de sentarse a la mesa.
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Uno de los atractivos de Montreal es hacer una pequeña ruta gastronómica por las especialidades culinarias de la ciudad y de la región de Quebec. En especial, hay tres especialmente recomendadas si pasamos por Montreal: la poutine, los bagels y los sandwiches de smoked meat (pastrami). Tres platos muy sencillos, pero muy típicos de la principal ciudad francófona de Canadá.
La Poutine
La poutine es un plato de origen quebequés, pero que ha sido adoptado por el resto de Canadá como el plato típico del país por excelencia. Sus ingredientes y su preparación son muy sencillos: consiste en una base de patatas fritas mezcladas con pedazos de queso blanco suave y con una salsa de carne. A partir de ahí, la mezcla se enriquece con elementos adicionales que quiera echarle el comensal. Tradicionalmente se le suele poner algo de carne -puede ser bacon, pollo, ternera o salchichas-, pero hay total libertad a la hora de añadir ingredientes a la mezcla y así han surgido incluso poutines vegetarianas con cebolla, champiñones o maíz.
Es un plato pesado y muy calórico, así que no nos puede extrañar que en algunas partes del país se incluya dentro de la oferta de comida rápida -muy poco recomendable-. Sin embargo, en los restaurantes de Montreal se suelen intentar conservar ciertas pretensiones gastronómicas, dentro de lo sencillo de los ingredientes.
Hay un restaurante especialmente recomendado en Montreal a la hora de comer poutine. Se trata de La Banquise, en el distrito de Plateau Mont Royal ( 994 Rue Rachel Est). Es un restaurante sencillo, pero muy especializado desde hace años en este plato. No es caro, las raciones son muy abundantes y cuando hace buen tiempo dispone de un patio interior muy agradable.
Los bagels
Los bagels son un tipo de pan con forma de rosquilla muy habitual en América del Norte. Podemos encontrarlos en todos los supermercados de Estados Unidos y Canadá bajo diferentes marcas y denominaciones. Sin embargo, en Montreal se elaboran de una manera diferente que ha convertido a este producto en una especialidad local muy valorada.
Los bagels fueron llevados a América del Norte por emigrantes judíos polacos. Las dos panaderías más famosas que los preparan están situadas en la zona del Mile End, el antiguo barrio judío de la ciudad y donde aún hoy podemos encontrarnos con personas que visten el típico traje de la comunidad.
La forma más habitual de comer los bagels es en sandwich: Se les abre por la mitad y en el medio se pone algún tipo de alimento que lo rellene: jamón, queso, salmón o cualquier otro ingrediente a nuestro gusto. No obstante, también se comen muy habitualmente con queso crema untado y son un desayuno muy típico en Canadá, ya sea en forma de sandwich salado con bacon y huevo o con sabores dulces como el de la mermelada.
En América del Norte hay dos grandes variedades de bagels: los de Nueva York y los de Montreal. Estos últimos son algo más pequeños y se caracterizan porque tienen que estar elaborados en un horno de leña y porque el agua de Montreal que se utiliza en su elaboración -a la que se le añade algo de miel- les da un sabor especial.
La Mile End, en el distrito del Plateau Mont Royal, es la zona de las principales panaderías de bagels. Entre ellas, dos compiten por ser las más conocidas de la ciudad: Fairmount Bagel (74 Avenue Fairmount Ouest) y St Viateur Bagel (263 St-Viateur West). En ellas podremos comprar los bagels recién hechos y ver cómo se prepara y se hornea la masa.
Si no podemos acercarnos por las panaderías, St Viateur embolsa bagels para la venta en buena parte de los supermercados de Montreal. No son tan sabrosos como recién hechos, pero siguen siendo muy buenos.
Los sandwiches de smoked meat (pastrami)
La smoked meat o viande fumée es otra especialidad de Montreal que tiene su origen en los emigrantes judíos europeos que llegaron a la ciudad. Es una variedad de lo que en español llamamos pastrami y consiste en carne de vaca ahumada.
Se consume, principalmente, en sandwiches de pan rústico entre cuyas rebanadas se van añadiendo capas finas de pastrami loncheado aderezado con mostaza.
La principal referencia de la ciudad para esta especialidad es la charcutería Schwartz’s/Charcuterie Hebraique (3895 Boulevard Saint-Laurent). Se trata de un restaurante bastante pequeño y apiñado, pero eso no impide que durante los días de verano de mayor afluencia turística se sigan formando colas en la puerta a la hora del almuerzo para probar esta especialidad.
La tourtiere
La tourtiere es una especialidad de la cocina quebequesa muy tradicional durante las celebraciones navideñas, pero que también se puede encontrar en tiendas y restaurantes durante el resto del año. Se trata de una especie de pastel de carne– con apariencia similar a una quiche- en la que los ingredientes del relleno varían según las diferentes zonas de Quebec. En Montreal, por ejemplo, es popular la tourtiere con relleno de cerdo.
El sirope de arce
El arce es uno de los símbolos de Canadá. Es el árbol cuya hoja aparece en la bandera nacional. Y el sirope de arce es el producto más popular de los que se obtienen de él. Es, por tanto, algo más que un dulce típico y tiene mucho de gran especialidad canadiense y hasta de souvenir turístico. Quebec es la principal región productora de este dulce y su gastronomía también está influida por él.
Generalmente, el sirope de arce se utiliza como aderezo del desayuno, ya sea a base de crepes o de las ya tradicionales tortitas. También se utiliza en galletas, caramelos, como añadido al té o al café e incluso en las típicas tires d’erable que consiste en hervir una pasta de azúcar de arce, distribuirla en tiras sobre nieve virgen y enrollarla posteriormente con un palo para comerla como un caramelo.
No obstante, se ha añadido también como ingrediente en platos salados de la cocina quebequesa para dar cierto tono de contraste a los sabores. No sólo eso, sino que también se utiliza para dar sabor a embutidos como el jamón local.
La obtención del sirope de arce es, también, un atractivo turístico de la región de Quebec. En las semanas finales del invierno -entre febrero y marzo, dependiendo de lo fría que haya sido la estación- numerosas granjas y cabañas de la región extraen la savia del árbol para prepararlo. Para contemplar el espectáculo se organizan numerosas visitas y excursiones guiadas a estas granjas.
que platos mas interesantes, asi a simple vista me han gustado todos! cuando termine el grado en turismo que estoy cursando tengo pensado hacer una escapadita por ahi y creo que Montreal serà una buena opción! Además podré probar todos estos platos que me tienen intrigado! Gracias por la información, saludos!