Nuevamente estamos de estreno en la red de guías de VoyaInternet.com. Seguimos nuestro periplo por ciudades canadienses y hoy es el turno de presentar nuestra nueva guía de Montreal, la ciudad más importante de la región francófona de Quebec –que podéis disfrutar en este enlace-. Así pues, queremos hacer un pequeño resumen de las diez cosas más especiales que ver en Montreal, como ya hicimos con las ciudades de Vancouver y Toronto.
Montreal es una ciudad muy agradable, que ha sabido fusionar muy bien la tradición colonial francesa con la realidad de una gran urbe norteamericana. Aunque su evolución como ciudad ha estado lejos del gran boom que se anticipaba en las décadas de los 60 y 70 (organizó la Exposición Mundial de 1967 y los Juegos Olímpicos de 1976), como se puede ver en este artículo sobre la desastrosa planificación de su aeropuerto fantasma de Meribel; Montreal ha sabido seguir avanzando de un modo más modesto, pero sostenible. Hoy es una ciudad joven, universitaria, cosmopolita y con una mezcla de carácter europeo y americano que la hacen muy especial.
Estos son nuestros diez lugares destacados que ver en Montreal. Podréis encontrar mucha más información en VoyaMontreal.com, nuestra nueva guía de la ciudad.
1.- El Vieux Montreal
Montreal es la ciudad más importante -aunque no la capital, que es la Ciudad de Quebec– de la provincia francófona de Quebec y una de las mayores ciudades del mundo que tiene el francés como lengua oficial. Esto hace que la herencia colonial francesa sea muy importante en la ciudad, lo que se refleja principalmente en el Vieux Montreal, la parte histórica de la ciudad y uno de los principales puntos turísticos que ver en Montreal.
El Vieux Montreal está situado en el sureste de la ciudad, en la orilla del río Saint Laurent. Es un barrio no demasiado extenso, pero con mucho carácter histórico, que tiene como principales atractivos su calles estrechas y adoquinadas y sus edificios con fachada de piedra gris. Es una zona relativamente pequeña, que podremos visitar a pie tranquilamente. Alguno de sus principales puntos de interés son la Place d’Armes– donde podremos encontrar la Basílica de Notre Dame y la estatua a Maisonneuve, el fundador de Montreal-, el Vieux Port, la Rue Saint Paul, con sus tiendas y restaurantes turísticos y la Place Jacques Cartier.
2.- El Mont Royal
El Mont Royal es la colina situada en el centro de la ciudad que da históricamente el nombre de la ciudad -anteriormente se llamaba Mont Real-. Es una importante colina situada a muy poca distancia de los barrios más importantes de la ciudad, cuyas laderas están ocupadas por parques y zonas verdes para convertirlo en un auténtico parque urbano.
El Mont Royal es una de las principales atracciones turísticas que ver en Montreal gracias, principalmente, a la fantástica vista del centro de Montreal que se tiene desde el mirador situado frente al Chalet du Mont Royal, situado a escasos metros de la cima. Podemos subir fácilmente a la cima por los senderos del parque o, si tenemos más prisa, por varios tramos de escaleras.
La parte del Mont Royal más alejada del centro de Montreal cuenta con varios cementerios y, también, con la Basílica de San José del Mont Real, una de las mayores iglesias católicas de Canadá. Destaca por su gran cúpula y sus alegadas propiedades milagrosas. Si preferimos visitas más relacionadas con el ocio o el esparcimiento, podemos acercarnos los domingos por la tarde de verano a las reuniones de los tam-tams.
3.- El Festival de Jazz y los eventos callejeros
Montreal es una ciudad con un invierno gélido, por lo que cuando llega el verano sus habitantes se echan masivamente a la calle para participar en los eventos y actividades al aire libre. El más popular de estos eventos es el Festival de Jazz que congrega en Montreal a algunos de los mejores músicos de jazz del mundo durante la última semana de junio y la primera de julio.
No obstante, también son habituales cuando el buen tiempo acompaña los desfiles, mercadillos o festivales improvisados en algunas de las calles de la ciudad, como las que celebra el Boulevard Saint Laurent en el mes de agosto.
4.- La poutine
La región de Quebec es la que más destaca dentro de la gastronomía canadiense. Montreal es una buena ciudad para conocerla, ya que hay muchos y muy buenos restaurantes y pequeños cafés con una buena cultura gastronómica. La ciudad cuenta, incluso, con algunos platos típicos muy recomendables.
La poutine es el más destacado y se ha convertido, por añadidura, en uno de los grandes platos típicos de Canadá. Es una comida muy básica, pesada y calórica, que muchas veces puede parecer comida rápida, pero que bien preparada y con buenos ingredientes tiene muy buen sabor. Consta de una base de patatas fritas a las que se le añade salsa de carne y pedazos de queso blanco. Posteriormente, a esta base se le añaden ingredientes al gusto del consumidor. Cualquier tipo de carne es el más habitual, pero también se le puede añadir verduras u hortalizas.
El restaurante La Banquise, en la zona del Plateau Mont Royal, es uno de los referentes de la poutine de Montreal por relación calidad/precio.
5.- Plateau Mont Royal
Plateau Mont Royal es el barrio con más encanto de que ver en Montreal. Combina las tradicionales casas típicas bajas residenciales con las escaleras de hierro retorcido en el exterior con otras pequeñas avenidas donde abundan los cafés, pequeños restaurantes y tiendas de moda. Pasear por sus zonas residenciales es muy agradable y relajante y, si nos cansamos de ver sus casas típicas, tenemos a pocos pasos calles tan animadas como el Boulevard Saint Laurent.
6.- La Rue Sainte Catherine
Es la calle de referencia de la ciudad de Montreal. El Boulevard Saint Laurent la divide entre Este y Oeste, pero ambas partes de la calle tienen una personalidad especial. El lado Este alberga The Village, el animado barrio gay de la ciudad y es un agradable paseo peatonal entre los meses de mayo y agosto. Por su parte, la Rue Sainte Catherine Oeste es la referencia comercial por excelencia de Montreal. Siempre animadísima y llena de gente, con grandes centros comerciales como el Eaton Centre, una muy concurrida área de bares y restaurantes en la zona del Crescent y un área de teatros y salas de conciertos en el Quartier des Spectacles.
7.- Los Montreal Canadiens
Son el equipo de hockey sobre hielo de la ciudad y- quitando la reciente aparición de un equipo de fútbol- la gran referencia del deporte en Montreal. La ciudad está completamente entregada a su equipo y si coincidimos en la ciudad durante un partido -la temporada va desde octubre hasta finales de la primavera- es una buena experiencia que ver en Montreal acercarse por el Bell Arena y disfrutar de un partido de la NHL, la liga profesional de hockey en la que compiten equipos de Estados Unidos y Canadá.
Y, si lo que prefieres es patinar tú mismo, hay una pista de hielo abierta todo el año en un centro comercial situado frente a la salida del metro Bonaventure.
8.- El Parque Jean Drapeau
En mitad del río Saint Laurence se encuentran dos islas: Sainte Helene y Notre Dame. Ambas forman el parque Jean Drapeau. La isla de Sainte Helene fue el lugar de celebración de la Exposición Mundial de 1967, de la que hoy sólo queda la Biosphére, un museo dedicado al agua y la naturaleza. El resto de la isla alberga agradables paseos y praderas, una playa artificial y un parque de atracciones. Por su parte, la vecina isla de Notre Dame cuenta con el circuito de Fórmula 1 -por el que podemos movernos libremente cuando no hay competición- y el Casino.
9.- La zona Olímpica
De las ciudades olímpicas que he conocido, Montreal es posiblemente aquella en la que su legado es menos relevante. Los Juegos Olímpicos de 1976 fueron un evento que dio fama mundial a la ciudad, pero fueron también una auténtica sangría económica para sus ciudadanos, que tardaron años en pagar los gastos que ocasionaron.
De aquella cita deportiva mundial quedan como cosas que ver en Montreal el Estadio Olímpico, famoso por su mala planificación y los problemas de su estructura. Lo más llamativo del mismo es la torre inclinada que lo corona, a la que podemos ascender para tener una buena perspectiva de la ciudad. Junto a él, el antiguo velódromo de ciclismo ha sido transformado en un interesante museo de la diversidad vegetal y animal del continente americano bajo el nombre de Biodome. En las proximidades también podremos visitar el Parque Olímpico y ver desde el exterior el edificio de forma triangular de la antigua villa olímpica.
10.- El RESO
El RESO, también conocido como ciudad subterránea, es un lugar curioso para los turistas, pero que deja bastante indiferentes a los habitantes de Montreal. Las ciudades subterráneas son leyendas urbanas de Toronto y Montreal y nacieron con un sentido básicamente práctico. La idea es que quienes trabajaban o tenían que ir de compras al centro de la ciudad no tuvieran que salir a las calles gélidas durante el invierno. Así se creó una red de pasillos que conectaba los sótanos de los principales edificios de oficinas, centros comerciales y estaciones de metro, tren o autobús del centro de la ciudad. En eso tan básico consiste la ciudad subterránea.
Los pasillos subterráneos de la ciudad de Montreal ocupan 32 kilómetros y- lejos de tener cualquier aspecto reseñable, atractivo y curioso- su interior no se diferencia en nada de un centro comercial. Proliferan las tiendas y los food court. No pasa de ser una curiosidad más de la ciudad que, eso sí, cumple muy bien el cometido para el que fue diseñada: protegerte del frío durante el invierno.
Estas son sólo algunas de pinceladas de la ciudad de Montreal. Agradable y tranquila, pero también viva, joven y animada. Una ciudad que tiene como lengua oficial el francés, pero donde hay una importante comunidad anglófona y se puede hacer perfectamente la vida en cualquiera de los dos idiomas -otra cosa es si lo que nos interesa es elegirlo como destino para trabajar en Canadá, en cuyo caso el bilingüismo inglés/francés será casi obligatorio-.
Esto me viene de perlas para mi viaje! Lo usaré para completar esta ruta:
A ver si puedo probar la poutine ; )